Cocinar es un acto de amor esencial de nuestra vida. Entre fogones nacen momentos mágicos que nos marcan desde pequeños y nos llenan el alma. La cocina es como un escenario, nosotros somos sus actores y la obra es el plato. Los momentos que se viven en ella y en torno a la mesa juegan un papel importante en nuestras relaciones sentimentales, familiares y profesionales. En una cena reunimos seres queridos, celebramos ocasiones especiales y a veces, sin motivo aparente, surgen momentos tan únicos que terminan siendo memorables. Y es que disfrutar de una buena cena en buena compañía es una de las cosas más sencillas y gratificantes que hay. Pero, en nuestras ajetreadas vidas, donde las obligaciones del día a día se van comiendo nuestro tiempo y energía, cada vez le damos menos valor a cocinar y a comer bien, quedando solo para ocasiones especiales o para cuando nos sobra tiempo. Es triste pero, poco a poco, hemos ido perdiendo esas tradiciones y ese hábito tan importante. Para estar bien tenemos que comer bien. Y comer bien o saludable no significa comer de forma aburrida o sin sabor. Es cocinar fresco, con ingredientes naturales, nutritivos, sabrosos y respetándolos siempre. ¿Sabías que lo que comemos está íntimamente relacionado con nuestra salud física, mental y emocional? Nuestra alimentación se refleja en nuestra piel, en nuestro humor y en nuestra energía. Somos lo que comemos, así que cocinemos para vivir bien y hagamos de cada comida un momento único y mágico. Los que me conocen saben que soy amante del "comer memorable", como siempre lo describo. Si comiste algo y ya no lo recuerdas, es que no era nada especial, pero si al día siguiente aún se te hace la boca agua de solo pensarlo, mueres por repetirlo o después de unos años, aún lo recuerdas, ¡ha sido memorable! En estas páginas me gustaría transmitirte esa pasión y convencerte de que veas la cocina como parte de tu vida y nunca más como una tarea obligatoria. Hay que recuperar la tradición de cocinar y de revivir los sabores de la comida tradicional, la de la abuela, la de siempre. Hay que rescatar la costumbre de reunirnos en la mesa. En tus manos y en las mías está el mantener viva la cultura, los valores y las costumbres culinarias. Verás que con un poco de organización y cuidando algunos detalles es posible disfrutar de cada minuto en la cocina. Después de estos capítulos introductorios, te recibiré con las recetas. Recetas que han sido inspiradas en un ingrediente, una persona, un viaje, un país o en algo bueno que probé y que un día me puso a inventar. En todas te presento un ingrediente o una técnica y te doy ideas para cocinar esa receta de varias maneras para que tengas más opciones. Y ahora, a cambiar tu perspectiva: Organízate y diviértete en la cocina Cocinar es mucho más que preparar un platillo. Es amor, es crear, descubrir, probar algo nuevo, tocar, saborear, viajar por los sabores de otros países, compartir, continuar la tradición y proteger una herencia. Por eso, enamórate de la cocina siguiendo mi receta: * Ambienta tu cocina para crear un espacio lindo y cómodo donde te apetezca pasar un buen rato cocinando, aunque sea chica y viejita. * Pon tu música preferida, eso te ayudará a relajar tu mente del trabajo y otras obligaciones y de paso te animará. * Relájate y diviértete. Tómatelo como una terapia. Olvídate del teléfono. Dedica ese tiempo a ti o si lo compartes con amigos, familia o pareja, disfrútalo y transmíteles la misma pasión. * Sírvete una bebida que te guste mucho y tómala mientras cocinas. Un cafecito, una limonada, horchata, un agua fresca, un vinito; lo que más te guste. * Organízate bien. Antes de empezar, coloca en la misma zona todo lo que necesitas y verás qué fácil se te hace todo. * Cocina con amor. No importa lo que cocines o para quién cocines, hazlo con amor, dale un toque único y trata los ingredientes con cariño. Te juro que eso se nota en el plato. * Si combinas tu mejor ropa y accesorios para ir a un restaurante, de vez en cuando haz lo mismo en tu casa. Crea veladas románticas y especiales con amigos y familia pero sin salir de casa. * Come lo necesario y disfruta cada bocado. Come fresco, balanceado y no te excedas en las porciones. No importa si comes algo frito muy de vez en cuando o una receta con tocineta, solo cuenta tus pecados. No hay que limitarse, solo ser consciente y que el ejercicio nunca falte. * ¡Atrévete a cocinar con un nuevo ingrediente! En el mercado, compra eso que ignoras y que no compras porque no sabes cocinarlo. Llévate a casa un ingrediente nuevo cada vez y poco a poco irás descubriendo una gran variedad de alimentos, ampliarás tu repertorio de platillos y nadie se aburrirá en la casa. Excerpted from La Cocina No Muerde by Doreen Colondres All rights reserved by the original copyright owners. Excerpts are provided for display purposes only and may not be reproduced, reprinted or distributed without the written permission of the publisher.
